Es por ello que no podemos valorar un trabajo sólo por el tamaño de la superficie, más importante es saber cuál es el grado de suciedad, cómo han sido de cuidadosos los albañiles y pintores, si hay sólo polvo o también restos de yeso o pintura o cemento.
También conocer el tipo de ventanas es muy importante, si hay cocina o no, paredes alicatadas o pintadas, armarios empotrados o no, rodapiés, puntos de luz, lámparas, terrazas, techos y sobre todo el suelo.